Una vecina de La Plata expuso su doloroso testimonio tras una decisión judicial que, según cuenta, la dejó sin la custodia de su hijo. Apunta contra la jueza María Rocca, a quien acusa de haber tomado la medida sin pruebas, sin escucharla y sin consultar al menor, que padece una discapacidad leve.
La mujer relata que convivía con su hijo en la localidad de Verónica, donde el niño asistía a la escuela, tenía acompañante terapéutico y realizaba actividades como fútbol y gimnasio. “Vivía para él”, dice. También vive allí su hija de 17 años, quien tiene autismo.
Según su testimonio, el padre del niño —a quien acusa de haber estado ausente y de no pagar la cuota alimentaria— habría presentado denuncias en su contra. La jueza habría avalado esas acusaciones sin escuchar su versión ni la del menor, y sin pedir evaluaciones médicas o psicológicas.
El 20 de mayo, por orden judicial, el niño fue retirado del domicilio materno por personal del Servicio de Niñez junto a la policía, y trasladado a vivir con su padre en la ciudad de La Plata. “Me lo arrancaron de los brazos sin preguntarnos nada”, expresa.
Además, se le impuso una restricción perimetral que le impide ver a su hijo. “Me tratan como si fuera una delincuente, cuando durante años hice todo por él”, lamenta. Asegura que el niño ahora no asiste a sus terapias ni a la escuela con regularidad, y que pasa la mayor parte del tiempo al cuidado de los abuelos paternos, personas de edad avanzada.
Sin iniciar ninguna denuncia formal, la mujer decidió hacer pública su historia porque —según afirma— ya ha escuchado otros casos similares. “Rompieron una familia sin escuchar a nadie”, concluye.
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