Conmebol tomó una decisión contundente tras los graves hechos de violencia ocurridos en Avellaneda: Independiente quedó eliminado de la Copa Sudamericana 2025 y Universidad de Chile avanzó a los cuartos de final, donde enfrentará a Alianza Lima.
El fallo se dio a conocer oficialmente este jueves, dos semanas después de los violentos incidentes ocurridos el pasado 20 de agosto en el Estadio Libertadores de América, donde el partido entre Independiente y Universidad de Chile fue suspendido por disturbios graves entre hinchadas.
Durante el encuentro de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana, se registraron enfrentamientos violentos en las tribunas que obligaron a detener el partido. La Conmebol decidió dar por finalizado el encuentro y otorgó la clasificación a la U de Chile, que ahora se medirá con Alianza Lima en la próxima ronda.
Los disturbios comenzaron cuando hinchas de Universidad de Chile, ubicados en la tribuna Pavoni Alta sin elementos de contención como rejas o redes, lanzaron proyectiles hacia la hinchada local. La barra brava de Independiente respondió de forma inmediata, invadiendo la tribuna visitante y agrediendo brutalmente a los fanáticos chilenos.
La situación alcanzó su punto más crítico cuando un hincha de la U se arrojó desde lo alto de la tribuna, cayendo sobre un techo. Milagrosamente, salvó su vida, aunque la escena generó pánico generalizado. Las autoridades decidieron suspender el encuentro en medio de un clima de caos y violencia.
Además de la eliminación de Independiente, la Conmebol evalúa sanciones severas para ambos clubes. Entre las posibles medidas disciplinarias se contempla:
Prohibición de jugar con público por hasta dos años.
Suspensión de participar en torneos internacionales organizados por Conmebol en casos extremos.
Por otro lado, el ente sudamericano confirmó que la serie entre Universidad de Chile y Alianza Lima se jugará con estrictas medidas de seguridad. El partido de ida en Perú será solo con público local, mientras que la revancha en Chile se disputaría a puertas cerradas para prevenir nuevos incidentes.
Ida: en Lima, con asistencia exclusiva de hinchas de Alianza.
Vuelta: en Santiago, sin público en las tribunas.
La decisión de Conmebol marca un precedente importante en la lucha contra la violencia en el fútbol sudamericano, enviando un mensaje claro sobre las consecuencias de los desmanes en los estadios.
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