En un escenario electoral lleno de sorpresas, Pablo Nicoletti, candidato a diputado provincial por la agrupación Somos Buenos Aires, no solo se enfrentó a una dura derrota en las urnas, sino que su campaña fue cuestionada por una saturación inusual de carteles por toda la ciudad.

La Plata quedó literalmente empapelada con imágenes de Nicoletti, cuyos carteles cubrieron avenidas y calles principales en un intento por visibilizar su candidatura. Sin embargo, este esfuerzo no rindió frutos: el candidato apenas alcanzó el 5,26% de los votos, quedando por debajo del Frente de Izquierda, que con un 5,51% logró superar su votación por solo 0,25%.

Carteles por todos lados: un desmesurado uso del espacio público

Desde las avenidas más transitadas hasta las diagonales del centro platense, los carteles de Nicoletti estuvieron presentes en cada rincón visible de la ciudad. La saturación publicitaria fue tal que, en muchos sectores, los habitantes se vieron rodeados por una imagen constante de su rostro y su lema político.

La crítica a la falta de respeto por el espacio público fue inmediata, especialmente cuando se recuerda que el intendente local había insistido en la necesidad de regular las campañas para no perjudicar a los vecinos. A pesar de las normativas locales, la campaña de Nicoletti avanzó sin sanciones, lo que generó un clima de descontento entre los ciudadanos.

Una derrota aplastante: ni los amigos lo votaron

A nivel local, la derrota fue aún más resonante. A pesar de que Nicoletti rompió el bloque de concejales de Ahora La Plata y asumió la presidencia de la UCR en la ciudad, su candidatura no logró atraer el apoyo esperado, ni siquiera dentro de su propio espacio. El Frente de Izquierda, que se quedó con el tercer lugar en las elecciones, lo superó por una diferencia mínima de mil votos, lo que dejó claro que ni siquiera los sectores más cercanos al candidato lo acompañaron en las urnas.

La escasa capacidad de negociación de Nicoletti, que tuvo dificultades para mantener un acuerdo con su socio político Daniel Lipovetzky durante el cierre de listas, se sumó a la falta de unidad dentro de la coalición, lo que contribuyó a un resultado electoral por debajo de las expectativas.

¿Una Campaña Fallida?

El empapelado de la ciudad con carteles de Nicoletti quedó como una de las imágenes más recordadas de esta contienda electoral, pero la falta de estrategia y el mal manejo de los tiempos políticos parecen haber sido determinantes para su fracaso. En definitiva, la saturación visual no logró calar en los votantes, quienes, a pesar de la omnipresencia de la campaña, decidieron optar por otros frentes políticos.