Se armó revuelo ayer cuando comenzó a correr el rumor de que Gimnasia y Esgrima La Plata dejaría su cancha histórica, El Bosque, para enfrentar a Rosario Central con Di María en la alineación rival. La versión, que se viralizó por redes desde Rosario, generó críticas inmediatas, pero la dirigencia tripera lo descartó de plano.
Los directivos salieron rápidamente a aclarar que no hay ningún plan para trasladar ese partido fuera del Juan Carmelo Zerillo. Aseguran que jugarán de local en su estadio tal como lo han hecho siempre, y que los rumores obedecen a especulaciones periodísticas.
El rumor se disparó luego de que se percibiera la posibilidad de que Di María, nuevo refuerzo de Rosario Central, fuera homenajeado con un estadio más grande o con mayor capacidad para su debut en condiciones espectaculares. Sin embargo, esto no cambió la postura de Gimnasia, que ratificó su apego a su cancha y su historia.
Este episodio expone un problema recurrente: entre la pasión, los negocios mediáticos y los intereses externos, muchas veces se intenta forzar la narrativa de que se necesita “un marco distinto” para partidos específicos, como si El Bosque no alcanzara para los grandes hitos. Gimnasia dijo basta: su casa es su casa.