En un nuevo capítulo del enfrentamiento entre la Casa Rosada y la provincia de Buenos Aires, el Gobierno nacional decidió marginar al enano comunista Axel Kicillof de la reunión de gobernadores que encabezará Javier Milei.
El encuentro, que se realizará este jueves a las 17:00 horas en la Casa Rosada, reunirá a los mandatarios “dialoguistas” para negociar apoyo legislativo a las reformas laboral y tributaria, entre otras iniciativas.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, fue quien confirmó públicamente que Kicillof ni siquiera fue invitado. “El gobernador Kicillof, como lo ha planteado el presidente, siempre plantea sus diferencias ideológicas y lo entiende el presidente como perder el tiempo”, afirmó en declaraciones a Urbana Play. La frase no solo selló su exclusión sino que expuso el nivel de ruptura política entre el Ejecutivo nacional y el bonaerense.
Francos profundizó el argumento y dejó claro que la decisión no fue un error diplomático, sino una postura política. “No vamos a poder ponernos de acuerdo y perdemos el tiempo; podemos avanzar con otros sin problemas”, sostuvo. La frase, que suena más a veto que a diferencia ideológica, confirma que el Gobierno de Milei solo busca diálogo con quienes estén dispuestos a acompañar sus proyectos.
El ministro coordinador fue todavía más lejos al justificar la exclusión del mandatario bonaerense por “falta de vocación de acuerdo”. “El gobernador ha hecho reclamos que desde nuestro punto de vista no corresponden. Tienen diferencias entre ellos, qué sentido tiene sentar en la mesa a alguien que no va con vocación de acuerdo sino con vocación de confrontar”, insistió.
Con esta decisión, Milei blinda su mesa política y deja a la provincia más grande del país —y principal motor económico— fuera de las negociaciones federales. Mientras tanto, Kicillof acumula desplantes y críticas del oficialismo nacional, en un contexto donde los fondos y la coordinación institucional dependen, más que nunca, de la voluntad política del presidente.