Deportes
El próximo lunes

El clásico platense más determinante de la historia reciente: Gimnasia y Estudiantes van por un lugar en la final

Guillermo Barros Schelotto, tras ser campeón de la Copa Centenario 1993 con Gimnasia.
Guillermo Barros Schelotto, tras ser campeón de la Copa Centenario 1993 con Gimnasia.

Gimnasia y Esgrima La Plata y Estudiantes protagonizarán este lunes en El Bosque uno de los clásicos más trascendentes de su larga rivalidad. Ambos llegan de manera inesperada, después de clasificarse a los octavos de final en los últimos dos lugares y atravesando momentos deportivos similares, lejos de sus mejores rendimientos. Sin embargo, transformaron drásticamente su presente y hoy se encuentran a un solo paso de disputar la gran final del 13 de noviembre en Santiago del Estero.

La particularidad del encuentro radica no solo en lo que hay en juego, sino también en que el Lobo, mejor ubicado en la fase regular, será local en un Juan Carmelo Zerillo que promete un ambiente histórico. Para muchos, se trata del duelo platense más atractivo e influyente de los últimos tiempos.

Antecedentes que marcaron época

La historia del clásico está repleta de enfrentamientos memorables, pero dos partidos destacan por su impacto deportivo y emocional.

El primero ocurrió en 1996. En la última fecha del Torneo Apertura, Gimnasia visitó a Estudiantes con chances concretas de ser campeón. El empate sin goles entre Vélez e Independiente dejaba al Lobo a un triunfo de dar la vuelta olímpica en la cancha de su eterno rival. A pesar de un cabezazo del Pampa Sosa que pudo cambiar la historia, Carlos Bossio lo evitó con una atajada recordada. El partido terminó 1 a 1 y el sueño quedó trunco.

El segundo duelo icónico se dio en el plano internacional, en la Copa Sudamericana 2014. La serie comenzó con un empate sin goles en El Bosque, pero en la revancha, en el Estadio Único, un cabezazo del uruguayo Diego Vera clasificó a Estudiantes y volvió a marcar diferencias en un cruce eliminatorio.

Realidades opuestas en la previa

En la actualidad, Gimnasia llega con plantel completo y un presente inmejorable. Apenas recibió un gol en todas las instancias eliminatorias y encadena cinco triunfos consecutivos, un contraste absoluto con aquel equipo que había dejado escapar un partido increíble ante su clásico rival hace apenas un mes. Después de haber evitado el descenso bajo la conducción de Fernando Zaniratto, el Lobo atraviesa su mejor momento del año.

Estudiantes, en cambio, lidia con un clima más tenso. En plena controversia con la AFA y sin Guido Carrillo —quien todavía debe cumplir una fecha más de suspensión—, enfrenta una semifinal donde tiene más para perder que para ganar. Hace unas semanas parecía inminente la salida de Eduardo Domínguez, pero hoy el Pincha está a dos cotejos de un título. Sin un reemplazante natural para Carrillo y sin la posibilidad de que un empate favorezca su historial reciente, llega con obligaciones y dudas.

Un clásico eliminatorio con historia

El de este lunes será el cuarto mano a mano entre ambos en competencias oficiales. En los antecedentes previos, Estudiantes ganó dos series y Gimnasia una:

  • Copa Británica 1954 (octavos de final): empataron 3-3 en la ida y Estudiantes ganó 2-1 la vuelta.

  • Copa Centenario 1993: Gimnasia venció 1-0 en la ida y sostuvo el 0-0 en la revancha.

  • Copa Sudamericana 2014: 0-0 en El Bosque y triunfo 1-0 de Estudiantes en el Estadio Único.

Un final abierto

La historia comenzará a escribirse el lunes. Con dos equipos que llegaron desde atrás, con realidades cambiantes y un premio enorme en disputa, el clásico se presenta como uno de los más determinantes de la rica tradición platense. Y esta vez, con un final completamente incierto.

 

Lectores: 611

Comentarios

MÁS NOTICIAS