Familiares de víctimas del escándalo del fentanilo adulterado en Argentina convocaron a dos movilizaciones simultáneas en La Plata y Rosario para exigir verdad, justicia y respuestas políticas frente a lo que consideran la mayor tragedia farmacológica del país. Las concentraciones, previstas para el 16 de diciembre, se realizarán bajo la consigna “Verdad y justicia para las víctimas del fentanilo adulterado”.
Según denunciaron los organizadores, más de 173 muertes estarían vinculadas al uso de fentanilo contaminado con bacterias peligrosas. La causa judicial continúa abierta y cuenta con 14 imputados procesados, entre ellos directivos y responsables técnicos relacionados con los laboratorios involucrados en la producción y control del medicamento.
Uno de los ejes centrales del reclamo apunta a la falta de respuestas políticas por parte del Poder Ejecutivo y de los organismos sanitarios. Las familias cuestionan especialmente a la ANMAT y al Ministerio de Salud, cuyos titulares —Agustina Bisio y Mario Lugones— fueron señalados por no brindar explicaciones claras ni participar de las audiencias solicitadas por los damnificados. En ese marco, exigen una reunión urgente para conocer qué falló en los mecanismos de control que permitieron la circulación del fármaco contaminado.
En el plano judicial, el juez federal Ernesto Kreplak, a cargo de la investigación, amplió recientemente el análisis de historias clínicas de pacientes fallecidos tras recibir el fentanilo adulterado, confirmando que una proporción significativa de los decesos se debió a infecciones bacterianas asociadas al uso del producto. En paralelo, declaraciones de exempleados de uno de los laboratorios implicados revelaron graves irregularidades en los procesos de elaboración y control interno.
Los familiares sostienen que, pese a los avances judiciales, la tragedia no puede quedar reducida a un expediente. Reclaman sanciones claras, responsabilidades políticas y un compromiso estatal que garantice que un hecho de esta magnitud no vuelva a repetirse. Por eso, las marchas buscan no solo visibilizar el dolor y recordar a cada víctima, sino también romper el silencio institucional y exigir una reforma profunda del sistema de control sanitario.
El reclamo se inscribe en un contexto más amplio de cuestionamientos al sistema de regulación de medicamentos en Argentina. Informes parlamentarios recientes advirtieron fallas estructurales y ocultamientos, mientras que una Comisión Especial de la Cámara de Diputados analiza reformas sanitarias consideradas entre las más ambiciosas de los últimos 30 años, con el objetivo de prevenir futuros desastres de esta naturaleza.
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