El fenómeno de los “manteros digitales” se multiplica a un ritmo increíble. A diferencia de los del centro, que tiran sus mantas en la vía pública para poder vender, los digitales crean su propia estrategia y ocupan en masa todo el parque por medio de las redes sociales y grupos de WhatsApp.
Ofrecen sus productos nuevos o usados, o servicios (desde grupos de compra, venta, canje o trueque) o armando ferias en vivo.
Ninguna clase social se queda afuera de esta tendencia. Economía social que permite crear lazos y poder facturar.
La indignación vecinal es muy grande ya que escuchan música a todo volumen, se alcoholizan y ocupan el espacio público, verde y recreativo. Además hacen sus necesidades en el parque y descartan basura frente al Hospital de Niños.