Un operativo llevado adelante por personal del Comando de Patrullas y Control Urbano del municipio generó un fuerte repudio en la comunidad platense, luego de que un comerciante legal denunciara el secuestro de su mercadería sin justificación, en un procedimiento violento que incluyó el maltrato a un menor de edad.

Según informó el portal DeGremiales, El hecho tuvo lugar entre las 23:30 y las 00:30 en un local de Avenida 19 entre 522 y 523, cuando Nelson Mendoza, dueño de una verdulería y almacén, se encontraba descargando mercadería proveniente del Mercado Regional. “Tenía la VTV, todos los papeles en regla, la mercadería facturada. Estábamos trabajando normalmente cuando apareció un hombre de civil a sacar fotos, y enseguida llegaron patrulleros e inspectores”, relató Mendoza.

Según su testimonio, los agentes cargaron más de 250 bultos en móviles municipales y vehículos particulares, sin dejar constancia completa en el acta y sin explicar el motivo del secuestro. Entre lo retirado había incluso bolsas de papas ya exhibidas en el comercio, ajenas al camión descargado.

El operativo estuvo cargado de violencia verbal e intimidaciones. En audios que se viralizaron, se escucha a un efectivo increpando agresivamente al comerciante con frases como: “¿Vos sos poronga? ¿A quién le vas a faltar el respeto? Pegame vos, dale, guancho”.

Un menor de 17 años, que colaboraba con Mendoza en la descarga, fue demorado por la policía en medio del caos. Testigos aseguran que el joven fue empujado y maltratado por intentar defender su derecho a trabajar: “Lo único que hacía era ayudar a descargar, no estaba haciendo nada malo”, afirmó un vecino.

El abogado del comerciante, Leonardo Belastegui, adelantó que iniciará acciones legales contra los responsables del operativo. “Esto fue un atropello brutal contra un trabajador honesto. Mientras la venta ilegal sigue creciendo, el municipio y la policía castigan al que cumple”, sostuvo.

Vecinos y comerciantes de la zona se manifestaron consternados. “Hoy fue Nelson, pero mañana puede ser cualquiera. Da miedo que te quiten todo sin motivo y te traten como si fueras un delincuente”, expresó uno de los testigos.

El caso puso nuevamente en discusión el accionar de las fuerzas de seguridad y los procedimientos de Control Urbano. Mientras tanto, Mendoza quedó con los estantes semivacíos, sin parte de su sustento diario y con una sensación amarga: la de haber sido víctima de un abuso en manos del propio Estado.