Indignación y agotamiento es lo que sienten los vecinos de un edificio ubicado en calle 50 entre 17 y 18, en pleno centro de La Plata, a escasos metros de la Catedral. Desde hace varios días viven una situación insostenible: no sólo no tienen presión de agua, sino que el poco líquido que llega a las canillas aparece turbio, sucio y con un aspecto completamente impropio para el consumo humano.
“Hace cuatro días que no entra agua desde la red pública. La presión es inexistente y el agua que sale —cuando sale— está sucia. Esto genera problemas graves: no se puede usar el lavarropas, no podemos higienizarnos ni cocinar”, explicó Roberto Vargas, vecino del edificio afectado.
Los reclamos se acumulan, pero las respuestas brillan por su ausencia. Los usuarios aseguran haber reportado el problema a ABSA en reiteradas ocasiones, pero sólo recibieron una vaga explicación técnica sobre una falla que afecta el sistema de bombeo, sin soluciones concretas ni fechas estimadas.
“Estamos pagando por un servicio esencial que no existe. Nos sentimos completamente abandonados. Nadie responde con seriedad y mientras tanto, seguimos sin agua”, denunció Vargas. También señaló que el único acceso a la red es una canilla en planta baja, de la que apenas fluye un hilo de agua marrón y contaminada.
Los reportes de reclamo fueron registrados, incluso con número de gestión (3916496/01-06), pero el problema continúa sin resolución. “No hay explicación lógica para esto. Es inadmisible que en pleno centro de la ciudad estemos así. La situación ya es desesperante”, concluyó.
Una vez más, los vecinos quedan rehenes de la desidia y el silencio de quienes deberían garantizar un derecho básico: el acceso al agua potable.
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