La historia de Herman Krause, vecino de La Plata, parece sacada de una novela judicial. Desde octubre de 2024 no ve a sus hijos, Paco y Mateus, luego de que su expareja los llevara a Brasil sin autorización legal y tras presentar una denuncia por abuso que fue desestimada y finalmente archivada gracias a la defensa de su abogado, el reconocido penalista de La Plata Marcelo Peña.

Peña, con años de experiencia en casos de denuncias falsas, ha trabajado también en proyectos para penalizar a quienes realicen acusaciones sin fundamento.

Ahora, luego de casi dos años de lucha en los tribunales argentinos y brasileños, Krause viaja rumbo a San Pablo, donde se realizará el primer reencuentro con sus hijos, autorizado por un juez federal de ese país.

La resolución judicial incluye un plan de revinculación gradual, con visitas presenciales supervisadas por una asistente social y encuentros virtuales dos veces por semana. Las reuniones cara a cara se realizarán en un centro comercial de San Pablo, bajo estrictas medidas de seguridad y con intervención de organismos especializados para resguardar el bienestar emocional de los menores.

A pesar de que aún no está resuelta la situación de fondo —quedan pendientes peritajes psicológicos y definiciones legales sobre la tenencia—, este avance representa el primer contacto físico de Krause con sus hijos tras una separación forzada que comenzó con una falsa acusación y culminó en una fuga internacional.

El caso pone nuevamente en evidencia las fallas del sistema judicial y migratorio argentino, que no logró impedir la salida ilegal de los menores por la frontera de Puerto Iguazú.

Mientras tanto, Krause se prepara para este viaje con la expectativa de poder retomar el vínculo con sus hijos, en lo que representa un primer paso concreto hacia la reconstrucción de la relación familiar tras un proceso largo, doloroso y aún inconcluso en términos judiciales.