Un grave episodio de negligencia y presunta complicidad administrativa sacude a la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires (DGCyE).

El 30 de septiembre, un trabajador del área de electricidad, de apellido Fernández Valdez, sufrió una electrocución mientras cumplía funciones sin ropa ni herramientas reglamentarias. Según trascendió, el agente había ingresado a planta el pasado 18 de agosto sin la correspondiente cobertura legal de ART ni obra social.

Tras el accidente, en lugar de asumir responsabilidades, funcionarios de la Dirección de Infraestructura Escolar habrían adulterado los datos en el área de Recursos Humanos para efectuar la denuncia en la ART de forma irregular.
Actualmente, el trabajador se encuentra estable y fue trasladado al Sanatorio Argentino, luego de haber permanecido en el Hospital Italiano.

El hecho vuelve a poner en el ojo de la tormenta al director provincial de Infraestructura Escolar, Gustavo Cañete, Director provincial de mantenimiento, dependiente de la subsecretaría de Infraestructura Escolar, que arrastraría denuncias por maltrato laboral, acoso y violencia de género, y que habría sido fue señalado como uno de los supuestos responsables políticos de la tragedia de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez en 2018.

Desde distintos sectores gremiales y de la comunidad educativa cuestionan al ministro Alberto Sileoni por sostener en el cargo a un funcionario con semejante historial. La pregunta que sobrevuela es contundente:

¿Se van a tomar medidas inmediatas o se seguirá ocultando la negligencia a costa de la vida de los trabajadores?