José Luis Espert, primer candidato a diputado nacional, se vio forzado a suspender un acto previsto para este jueves en el Teatro-Bar de La Plata, en Calle 43 Nro. 632, donde iba a compartir escenario con el vocero presidencial Manuel Adorni, el operador bonaerense Sebastián Pareja y el subsecretario Alejandro “Profe” Álvarez.

El evento, pomposamente titulado “Ideas, desafíos y el futuro que queremos construir”, quedó en la nada. La excusa oficial: un supuesto cruce de agenda con un acto presidencial en Ezeiza sobre la reforma del Código Penal. Pero el argumento huele a cortina de humo.

El verdadero motivo parece ser el escándalo que envuelve a Espert, señalado por supuestos vínculos con el narco Fred Machado, detenido y con pedido de extradición por Estados Unidos. La sospecha de un giro de 200 mil pesos en una causa estadounidense lo tiene contra las cuerdas.

Este es el segundo traspié en menos de un día: el sábado, ya habían bajado un acto en San Isidro junto a Javier Milei, postergado sin mayores explicaciones al martes próximo. El martes, en Olavarría, Espert reapareció tras ausentarse en Tres Arroyos, pero esquivó con torpeza las preguntas de Infocielo sobre el dinero de Machado.

Su silencio, lejos de aclarar, oscureció aún más su situación. Mientras, La Libertad Avanza se enreda en sus contradicciones: Milei lo defiende, tildando las acusaciones de “chimentos de peluquería”, pero Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, lo puso en aprietos al exigirle que “dé explicaciones” públicas.

El miércoles, Espert intentó limpiar su imagen en un raid por canales afines, pero su estrategia de culpar al kirchnerismo por una “campaña sucia” y esquivar preguntas concretas solo avivó las sospechas.

Su huida en motocicleta en Lomas de Zamora, acosado por manifestantes hartos de sus evasivas, resume el clima: un candidato acorralado, una campaña a la deriva y un partido que no sabe cómo salir del pantano.