El despido de tres guardavidas ha desatado una ola de malestar en la comunidad y en el Concejo Deliberante de Berisso, donde se llevó a cabo una sesión especial para abordar lo sucedido. Los despidos, calificados como "arbitrarios e injustificados" por la oposición, generaron un clima de tensión y enfrentamientos dentro del recinto.

La sesión fue convocada tras una solicitud respaldada por ocho concejales de la oposición, quienes pidieron al Intendente Fabián Cagliardi que aclare las razones detrás de los despidos y considere la reincorporación de los trabajadores.

Durante el debate, la concejala Mariana Astorga, del bloque Juntos por el Diálogo Federal, exigió una condena unánime a las decisiones tomadas por el Ejecutivo y solicitó que los concejales pidieran al Intendente el reintegro de los guardavidas afectados.

Sin embargo, la propuesta fue rechazada por el bloque oficialista, lo que generó un clima tenso en la sesión. Según Astorga, la situación empeoró cuando el jefe de la bancada oficialista, Gabriel Marotte, insultó públicamente a la concejala en pleno debate. “Me llamó ‘cachivache y sorda’, lo que demuestra un nivel de agresión y discriminación inaceptable”, denunció Astorga, quien mostró su preocupación por el tono y los modos utilizados durante la discusión.

El conflicto no terminó allí. A pesar de los ataques verbales, la concejala logró que se incluyera en el pedido de informe una exigencia para que el Ejecutivo responda en un plazo máximo de 72 horas sobre los motivos de los despidos.