El espacio Principios y Valores, fundado por Guillermo Moreno, atraviesa su peor crisis desde su creación. Lo que empezó como un partido que defendía a rajatabla el peronismo ortodoxo, nacionalista y profundamente antikirchnerista, hoy se desmorona tras un giro ideológico inesperado que generó indignación y ruptura interna.
Durante años, Moreno construyó un discurso que lo enfrentó directamente con el kirchnerismo. Incluso, en su propio libro, fue claro al señalar que "la década ganada" terminó a la mitad del segundo mandato de Cristina Fernández, cuando Axel Kicillof asumió el control de la economía. Desde entonces, no dudó en atribuirle al exministro gran parte del desastre económico posterior.
Sin embargo, la reciente alianza con el kirchnerismo y el juntarse con Cristina tomando mate fueron un quiebre total. Muchos de sus propios referentes y militantes sintieron que ese acercamiento traicionaba los principios con los que habían decidido acompañarlo.
Como consecuencia, se empezaron a ir. Uno de los desprendimientos más notorios se vio reflejado esta semana, cuando en el cierre de listas de la Junta Electoral se oficializó la presentación de un nuevo frente en la localidad de Berisso: Construyendo Porvenir, liderado por un dirigente que hasta hace muy poco era parte de Principios y Valores, Ariel Leguiza. El nuevo espacio competirá en todas las secciones electorales y marca un claro distanciamiento del morenismo, al que muchos de sus antiguos integrantes acusan de haber perdido el rumbo.
En el plano local, el armado conducido por Fabián Cagliardi también quedó en evidencia, sin capacidad de contener a estos sectores que decidieron romper con Moreno y su nueva estrategia pro-K.
La decepción no es menor: muchos de los que habían abrazado el proyecto de Principios y Valores lo hicieron porque representaba una alternativa real al kirchnerismo dentro del peronismo. Hoy, sienten que ese espacio murió, y se llevaron su militancia a otra parte.
"Moreno ya no representa lo que nos enamoró políticamente", dicen por lo bajo en los pasillos de esta nueva construcción.
Y como suele pasar en política: cuando traicionás tus banderas, los que las levantaban por vos, se van.
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